miércoles, 4 de noviembre de 2009

Aves de paso (Joaquín Sabina)

Joaquín Sabina utiliza muchas veces para sus canciones la enumeración (ese recurso literario en el que se va desgranando una a una las partes que constituyen un todo). Así, estas canciones se convierten en una lista interminable de elementos que parece que nunca acaban. A este tipo de canciones pertenece Aves de paso del disco Yo, mi, me, contigo (uno de mis discos “fetiches” y del que poco a poco van a salir casi todas las canciones en este blog).

Aves de paso habla de esas mujeres que pasaron por la vida del autor y que "no preguntaban si las querías" y a las que define como "pañuelos cura-fracasos". Son esas relaciones cortas en el tiempo y de las que sólo queda un recuerdo. No sólo se refiere a ligues, sino a mujeres por las que sintió algo en su infancia y juventud (como esas "peligrosas rubias de bote" o la niñera madura con la que espabiló).

Fueron "aves de paso" que no duraban ni tampoco sentía nada por ellas (curioso lo del "no dolían"). Algunas de ellas fueron protagonistas de otras canciones, otras se llaman Marilyn o Salomé (sin olvidar a Jimena). Esta canción fue versionada a dúo con Miguel Ríos y ahí también se nombra a Lúa (la hija de Miguel Ríos).

Una de las grandes canciones de Sabina de la que no cabe duda que no es un "ave de paso".







A las peligrosas rubias de bote
que en relicario de sus escotes
perfumaron mi juventud.
Al milagro de los besos robados
que en el diccionario de mis pecados
guardaron su pétalo azul.
A la impúdica niñera madura
que en el mapamundi de su cintura
al niño que fuí espabiló.
A la flor de lis de las peluqueras
que me trajo el tren de la primavera
y el tren
del invierno me arrebató.
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
A la misteriosa viuda de luto
que sudó conmigo un minuto
tres pisos en ascensor.
A la intrépida "cholula" argentina
que en el corazón con tinta china
me tatuó "peor para el sol".
A las casquivanas novias de nadie
que coleccionaban canas al aire
burlón de la "nit de Sant Joan".
A la reina de los bares del puerto
que una noche depués de un concierto
me abrió
su almacén de besos con sal.
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
A Justine, a Marylin, a Jimena,
a la Mata-Hari, a la Magdalena,
a Fátima y a Salomé.
A los ojos verdes como aceitunas
que robaban la luz de la luna de miel
de un cuarto de hotel, dulce hotel.
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.

4 comentarios:

  1. ¿te imaginas en la vida real a la misteriosa vida de luto en el ascensor?? Esta canción es Sabina en estado puro.

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  2. Los ascensores y Sabina... Tb aparece uno en "Peor para el sol". Esta canción es como un cruce de varías canciones.

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  3. Me gusta esta canción en el sentido de que tod@s hemos sido aves de paso y a la vez hemos tenido algunas a lo largo de nuestra vida. ¡Qué bello es vivir!

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  4. Sabina en pleno ascenso a lo más alto del firmamento musical en este "Yo mi me..." después de su magnífico "Física y química". Más tarde tocó techo con "19 días y 500 noches"... a partir de ahí ha seguido una trayectoria descendente e irregular, pero se le perdona.

    El texto de esta canción, como apuntan en los comentarios es Sabina en estado puro.

    Saludos.

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